Calaverita del maestro Bryan
En la escuela andaba Bryan,
con su acento bien británico,
enseñando con gran maña
el inglés, ¡todo un dinámico!
Con su pizarra y su té,
corrigiendo la pronunciación,
"Repeat after me", decía,
con paciencia y con pasión.
Pero un día la Catrina
se lo quiso llevar,
"Ven acá, teacher querido,
¡te quiero examinar!"
Bryan rió con elegancia,
"No hay problema, lady Death,
pero si fallo en tu clase,
¡me das chance de un retest!"
La flaca se lo llevó
a un salón lleno de huesos,
donde espíritus atentos
tomaban apuntes traviesos.
"Conjugación de los verbos,
vocabulario espectral,
¡Aquí nadie se me escapa,
ni en este mundo ni en el más allá!"
Y aunque Bryan está en el Mictlán,
sigue dando su lección,
porque hasta la muerte aprende
con su sabia educación.
Alebrije de loro

